Una iniciativa conjunta entre los ministerios cristianos CURE International y Joni and Friends ha dado como resultado la entrega de más de 200 sillas de ruedas adaptadas al Hospital Infantil CURE en Mbale, Uganda. La acción comenzó a finales de junio y ya ha tenido un impacto directo en la vida de varias familias. Entre los beneficiarios se encuentra una niña de unos 3 o 4 años que sufría de espasticidad severa y necesitaba ser cargada en brazos por su madre.
“Ella se aferraba a mi brazo”, dijo Tim Erickson, director ejecutivo de la unidad hospitalaria, a “Su madre estaba tan feliz… Solo ver la alegría de esa madre cuando recibió ese increíble dispositivo, me impresiona”.
Las sillas, conocidas como Cub, fueron diseñadas para crecer con el niño y permitirle sentarse con el torso erguido. Según Jason Holden, director de operaciones de Joni and Friends, el equipo también está adaptado para terrenos irregulares, una realidad común en las regiones rurales de Uganda.
Centrarse en el Evangelio
Joni and Friends, un ministerio fundado por Joni Eareckson Tada, coordina el programa Wheels for the World, que envía sillas de ruedas restauradas por reclusos en los Estados Unidos a comunidades desatendidas de todo el mundo. Para el proyecto en Uganda, la organización movilizó directamente a cinco empleados, incluido un equipo de planificación que ajustó el suministro a las necesidades del hospital.
“Hacemos esto con bastante frecuencia con otras organizaciones, pero esta fue una relación realmente especial”, dijo Holden. “La misión de CURE de sanar a los enfermos y proclamar el Reino de Dios refleja maravillosamente nuestra propia vocación”.
La colaboración también permitió la capacitación del equipo de fisioterapia de CURE Uganda, capacitando a los profesionales locales para adaptar las sillas a las necesidades específicas de cada niño. Esta etapa se llevó a cabo a través del ministerio Joni’s House Uganda, que ofrece, según su sitio web oficial, “apoyo físico, económico, espiritual y social, todo en el nombre de Jesús”.
Realidad de las familias
Erickson explicó que muchas familias atendidas viven con ingresos extremadamente bajos. “Gastar $1,000 en una silla de ruedas es probablemente más que el ingreso familiar anual”, dijo. Por lo tanto, según él, la donación representa no solo un alivio físico, sino también la restauración de la esperanza y la dignidad.
“La emoción en torno a esto es simplemente increíble”, declaró. “Estas sillas pueden permitir que los niños asistan a la escuela, liberando a los cuidadores para que trabajen. En lugar de ser transportados, se vuelven móviles”.
Entre las condiciones que cumple CURE Uganda se encuentran la hidrocefalia, la espina bífida, la epilepsia, los tumores cerebrales y la parálisis cerebral. En muchos casos, la institución realiza cirugías neurológicas con el potencial de salvar vidas.
Rompiendo estigmas
El hospital también enfrenta un profundo desafío cultural: en Uganda, a menudo se considera que los niños con discapacidades llevan una maldición. En respuesta, CURE promueve reuniones entre madres para fomentar el apoyo mutuo y ofrece asesoramiento pastoral como parte de su misión espiritual.
“Nuestro objetivo es que experimenten el amor de Cristo”, dijo Erickson. “Es un mensaje simple: ‘Jesús te ama, y eso no es tu culpa. Dios te ama tanto que construyó este hospital para cuidar la condición de tu hijo'”.
La organización cristiana mantiene una política de no rechazar la atención, independientemente de la fe de la familia. Según Erickson, muchos musulmanes también son atendidos en la unidad. El cuidado espiritual incluye visitas de pastores al lado de la cama de los pacientes, oraciones diarias e invitaciones para asistir a los servicios de la capilla. Aquellos que muestran un deseo de seguir a Cristo son referidos a una de las más de 30 iglesias asociadas en todo el país.
“Algunas personas no siempre lo aceptan, y eso está bien”, explicó Erickson. “Pero estamos brindando una oportunidad diaria intencional para que las personas experimenten el Evangelio”.
Testimonio de transformación
Las acciones conjuntas entre CURE y Joni and Friends ejemplifican lo que el apóstol Pablo describe en Gálatas 6:2: “Sobrellevad los unos las cargas los unos de los otros, y cumplid así la ley de Cristo”. A través de gestos concretos, como una silla de ruedas que libera a un niño de la inmovilidad, estas organizaciones cristianas promueven la curación física, el apoyo emocional y la proclamación del Evangelio de manera práctica.
Para muchas familias, la silla representa no solo la movilidad, sino también la libertad del estigma, la inclusión social y la certeza de que no están solos. Como dijo Erickson, “Ver la alegría en sus rostros es algo que no se olvida”.