Un ataque ocurrido en la comunidad de Mitzitón, en el estado de Chiapas, México, resultó en el incendio de la casa de una familia evangélica y la detención de su propietario solo por planear construir una iglesia en el lugar.
La denuncia fue hecha por el pastor Esdras Alonso González, líder de la iglesia Alas de Águila-Ejército de Dios, quien atribuyó el incidente a las acusaciones de que la familia planeaba construir un templo.
El pastor utilizó las redes sociales para calificar la destrucción de la casa como un “incendio provocado” y pidió la intervención de las autoridades gubernamentales para prevenir nuevos conflictos en la región.
Conflictos religiosos
La comunidad de Mitzitón, ubicada en el municipio de San Cristóbal de las Casas, alberga a unos 1.500 habitantes, en su mayoría indígenas. Gran parte de la población combina la liturgia católica con prácticas espirituales indígenas. Sin embargo, la creciente presencia de indígenas convertidos al cristianismo evangélico ha generado fricciones con los residentes católicos.
Los cristianos de la región se enfrentan a persecuciones, ataques e incluso expulsiones por negarse a participar en las festividades religiosas tradicionales. En los últimos años, los enfrentamientos entre los dos grupos religiosos han incluido el uso de armas de fuego, lo que ha llevado al ejército mexicano y a las fuerzas policiales a intervenir para sofocar la violencia.
Persecución religiosa en México
Casos similares ya se han registrado en Mitzitón. En 2022, tres casas pertenecientes al pastor Alejandro Jiménez fueron incendiadas por católicos locales. Días después del ataque, Jiménez fue arrestado, pero liberado 24 horas después.
En ese momento, el pastor y abogado Esdras Alonso destacó el clima de tensión, pero expresó esperanza al informar que los líderes católicos habían dicho que querían evitar nuevos conflictos. Sin embargo, los ataques han vuelto a ocurrir, agravando la situación en la comunidad, según información de Evangélico Digital.
De acuerdo con la Lista Mundial de Vigilancia 2024, elaborada por la organización Puertas Abiertas, México ocupa el lugar 37 entre los países más difíciles para ser cristiano. La persecución religiosa es especialmente pronunciada en las zonas rurales, donde los factores culturales y religiosos tradicionales se entremezclan, lo que dificulta la coexistencia pacífica de los diferentes grupos religiosos.
El caso de Mitzitón ilustra el desafío continuo que enfrentan los cristianos en algunas regiones de México, destacando la necesidad de esfuerzos gubernamentales y sociales para promover la tolerancia y la libertad religiosa.